Por Jonathan González
Autos a toda velocidad, mujeres hermosas, paisajes espectaculares en diferentes partes del mundo, acción y testosterona en cantidades inconmensurables; elementos necesarios para romper cifras en taquilla para una película que tardó algunos años en ser confeccionada.
Pero ¿qué sucede cuando un actor es resucitado para culminar la película?
Esto es la pieza idónea para lograr llenos totales en las salas donde se presente la cinta.
En años anteriores las películas donde fallecía el actor, se encontraban con un severo problema e incluso el proyecto quedaba truncado o cancelado, generando así grandes pérdidas económicas para la casa productora y todos los inmiscuidos en ella.
Han existido muchos avances tecnológicos a lo largo de los años. Un parte aguas real y carta salvavidas (literal) recurrido a la generación de imágenes por computadora, una técnica que en inglés se conoce con las siglas CGI (computer-generated imaginery).
Esta tecnología se utiliza desde hace más de dos décadas. En 1994 se usó CGI para devolver a la vida en «El Cuervo» a Brandon Lee, hijo de la estrella de las artes marciales Bruce Lee, quien falleció en medio del rodaje de la película. También se utilizó en 2000 para completar las escenas que el actor Oliver Reed no pudo terminar al morir mientras filmaba «Gladiator».
Ciertamente la técnica se mostraba muy rudimentaria: estamos hablando de quince años de avance tecnológico, en aquellos ayeres se hacía uso de las sombras cuando se implementaba un doble o bien se modificaba el guiÓn para justificar la falta del personaje o la poca participación del mismo.
La saga de rápido y furioso se jugó su carta fuerte y colocó la moneda en el aire ,al implementar la técnica de generación de imágenes por computadora al regresar a la vida a Paul Walker, quien murió el 30 de noviembre de 2013 en un accidente automovilístico en California cuando se encontraba en medio del rodaje del que se convertiría en su filme definitivo.
Muchas fueron las dudas que embargaron a las personas involucradas en el filme, sin olvidar, por supuesto, a los fanáticos de esta saga quienes tenían un millón de preguntas en cuanto a la culminación de la cinta.
Fue necesario reescribir el guion de la cinta enfocando todo hacia un homenaje póstumo para el actor que daba vida al agente encubierto Brian O’Conner.
Pero esto era sólo el comienzo de la encrucijada, ya que se necesitó la nada despreciable suma de cincuenta millones de dólares para poder hacer las cosas de la mejor manera. Implementar la tecnología CGI era un arma de doble filo ya que los fanáticos no perdonarían un trabajo mal hecho o que rompiera con la trama de entregas anteriores.
Además de CGI -que en el caso de «Furious 7» es obra del estudio de efectos especiales del director neozelandés Peter Jackson- para recrear a Paul Walker los productores del filme han utilizado como dobles de cuerpo a dos hermanos del actor y han recurrido a planos traseros en los que no se ve su rostro.
También habrían reciclado escenas de las películas anteriores de la saga «Rápido y furioso» en las que aparecía Walker y que nunca se habían usado, adaptando el guion del filme para que conectaran.
Pero esto abre la caja de pandora de ahora en adelante no existen pretextos para revivir a los muertos, podremos anhelar con resucitar a quien nos venga en gana jugando a ser dios o quizás hacer millones de dólares de personajes retro( ahora que todo lo retro está de moda)
Eso sin olvidar que posiblemente solo se necesite de dobles para poder colocar los rostros de viejas luminarias y así abaratar los costos para los actores e implementarlos en tecnología de generación.
Por qué no soñar con conciertos inéditos juntando a verdaderos monstruos de la música para deleite de los mortales, dicho en otras palabras jugar al ave fénix con la tecnología existente.
¡NETA! 