El hombre del corazón obscuro

Por Graciela Sánchez

¡Es cierto! Siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente nervioso. ¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco? . .. Presten atención ahora. Ustedes me toman por loco. Pero los locos no saben nada. En cambio… ¡Si hubieran podido verme! ¡Si hubieran podido ver con qué habilidad procedí! ¡Con qué cuidado… con qué previsión… con qué disimulo me puse a la obra! Jamás fui más amable con el viejo que la semana antes de matarlo…

img_3226El 19 de enero fue el cumpleaños de uno de los escritores que hizo posible el que hoy disfrutemos  o suframos, según sea el caso, las películas de terror. Y aunque en su época no había salas de cine ni palomitas, ni esos correos electrónicos donde, de la nada, te sale un rostro de una niña despeinada, que casi te mata de un paro cardiaco.

Poe vivió como muchos sueñan vivir. Rodeado de alcohol y mujeres. Fue un escritor al que todas  deseaban, pero con el que nadie quería casarse, Pues de dos esposas que tuvo, las dos murieron dramáticamente. Como buen corazón roto, se refugió aún más en el alcohol y a veces era encontrado a media calle, tirado y borracho.

Murió 10 días antes de su tercer matrimonio. Nadie sabe exactamente de que. Aunque parece que fue el alcoholismo la enfermedad que le paró el corazón, a los 40 años de edad.

Como todos los genios, su trabajó fue valorado después de muerto. Y mientras su cuerpo se deshacía en su tumba, se le nombró como uno de los mejores escritores de cuento corto y obscuro. Pero en una opinión personal, su aportación al mundo fue el de crear miedo hacia el más mortal y aterrorizante monstruo que ha existido, nosotros mismos.

Siempre habló de personajes condenados  a vivir con sus temores y culpas. Atrapados en el remordimiento o víctimas de los enemigos que ellos se buscaron solos.

Y cuando quiso crear un personaje que asesinó porque,  un día se le ocurrió hacerlo. Que no dejó cabos sueltos y que parecía estar libre de culpa, termino siendo perseguido por un corazón que latía después de muerto.

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-¡Basta ya de fingir, malvados! -aullé-. ¡Confieso que lo maté! ¡Levanten esos tablones! ¡Ahí… ahí!¡Donde está latiendo su horrible corazón!

Para muchos críticos, un corazón que latía después de la muerte no era más que una alucinación creada por la pluma de un alcohólico con una fuerte inestabilidad mental. Con una fuerte obsesión por la muerte.

Pero ¿Qué dirían si supieran que su corazón que late desde más allá de la vida, es real? ¿Que a los muertos, ya no necesariamente se les detiene el corazón?

A grandes rasgos hay dos formas de morir: el fallo del corazón donde éste   deja de latir y unos minutos después,  deja de bombear sangre al cerebro y se interrumpe la respiración espontánea. La otra es la muerte cerebral: alguien recibe un disparo , un traumatismo en la cabeza, o un infarto cerebral, y unos minutos después deja de respirar, deja de llegar sangre oxigenada al corazón y finalmente éste se para.

Algunos altruistas deciden dondar sus órganos después de la muerte. Pero para ser donantes se tuvo que haber muerto por fallo cerebral, pues se detiene el cerebro, pero el corazón sigue latiendo unos minutos más.

Para aquellos que se les para el corazón, literalmente, no hay más, hasta ahí llegaron. Pero en el 2008 salió la noticia de unos corazones “revividos”. Es decir, latieron después de muertos. Pero no fue como en el cuento de Poe, sino que se extrajeron corazones que tenían 5 minutos como máximo de haberse detenido.

_Fieltro009_1300281040Estos corazones fueron colocados en otras personas y se empezaron a estimular para que volvieran a latir. Hasta aquí todo está increible. Superamos a la ficción y tenemos corazones latentes revividos. Aunque ya no en la misma persona

El debate que existe actualmente es el siguiente. Si el corazón se pudo revivir ¿realmente estaba muerto? ¿No nos convertiremos en un asesino como el que describrió Poe? ¿Porqué no revivirlo en la misma persona?

Para muchos estamos ante un nuevo avance tecnológico en el que la cantidad de personas que pueden donar órganos se ha ampliado. Para otros estamos ante asesinos de bata blanca.

Y así, sin ser el asesino creado por Allan Poe, hemos empezado a temerle nuevamente a esos latidos que emiten su sonido desde más allá de la vida.

 Curiosamente, ahora compartimos un temor con un genio, poeta y loco del siglo XIX que decía  “Aveces tengo miedo de mi  corazón,  de su hambre constante, de lo que sea que quiere. la forma en que se detiene y comienza otra vez”  Edgar Allan Poe.